En España gozamos de un clima templado y agradable también durante los meses de invierno, sobre todo en la zona de la costa mediterránea. Estas temperaturas hacen que la navegación también sea una buena opción en los meses de invierno, además de que podemos encontrarnos con muchas ventajas como aguas con menos embarcaciones, cielos despejados y tranquilos, y amarres menos concurridos.
En este post podrás encontrar consejos para navegar en invierno de una forma más cómoda y segura si no quieres esperar al verano para disfrutar de tus travesías.
¿Cómo navegar en invierno?
Antes de zarpar, es muy importante revisar tu embarcación prestando especial atención al motor y al bote auxiliar para evitar contratiempos. Ten en cuenta que el viento en invierno suele ser más intenso que en verano, por tanto, presta atención a tus velas y ajústalas según la fuerza del viento y el mar.
Presta especial atención también a las condiciones meteorológicas antes de embarcarte para saber qué temperatura, viento o humedad te encontrarás durante el viaje. También es importante tener en consideración las condiciones del mar y la marea, si hay mucho oleaje o el agua está agitada, es mejor elegir otro día para navegar.
Protégete del frío
Otro de los aspectos importantes es la ropa que elegimos para travesías en invierno. Opta por vestirte por capas y escoge ropa de materiales que absorban más la humedad para las capas internas (prendas térmicas, transpirables…) y materiales impermeables para las capas más externas, como forro polar o plumón.
Además, recuerda llevar complementos como guantes, gorros y bufanda, con ellos podrás protegerte mejor del frío. En cuanto al calzado, es importante que optemos por un calzado antideslizante e impermeable, como por ejemplo las botas de agua.
Respecto a la comida, recuerda llevar alimentos y bebidas calientes que te ayuden a mantener la temperatura corporal cuando el termómetro marque temperaturas muy bajas. Opta por alimentos ricos en proteínas y que no se congelen fácilmente. La comida envasada en latas puede ser muy buena opción, ya que aguantan los golpes sin abrirse y se mantienen bastante tiempo en buen estado.
Por último, ¡diviértete!. Navegar en invierno requiere un poco más de planificación y cuidado, pero eso no significa que no podamos disfrutar de la experiencia al máximo y de todo lo que el mar tiene para ofrecer.